“Adultos mayores, ustedes son como el cielo”

El día 27 de octubre, el “Mes del Respeto a los Ancianos”, la Fundación de Bienestar Nueva Vida organizó una fiesta de consuelo para los ancianos que viven solos con dificultades y enfermedades. A este evento también fueron invitadas 20 ancianas que viven en Sangdaewon-dong, Seongnam-si, Gyeonggi-do, Corea.

Alrededor de las 11 a. m. en el centro de bienestar de Sangdaewon 1-dong, ciudad de Seongnam, mientras se preparaba la fiesta, se desarrolló un improvisado concurso de canto, presidido por el divertido e ingenioso miembro Kim Jae-hun. Una anciana se emocionó tanto que entonó tres canciones en respuesta al pedido de repetición de los otros ancianos, quienes bailaron con su melodía, moviendo los hombros.
Los ancianos se deleitaban siguiendo los movimientos humorísticos del miembro de la fundación, Kim Jae-hun.

Mientras cantaban y reían, los miembros de la fundación colocaban en la mesa deliciosas comidas que habían preparado: pasteles de arroz, frutas variadas, bebidas dulces elaboradas con arroz fermentado, etc. Todos los miembros, incluyendo a la Presidenta Zahng Gil-jah, atendían a los ancianos, comprobando si necesitaban algo más, y conversaban con ellos.
Después del almuerzo, los miembros masajearon los hombros y brazos de los ancianos y compartieron conversaciones amistosas con ellos, en voz baja. Una anciana se ruborizó ante los agradables comentarios de la Presidenta, quien le afirmó que parecía más joven de lo que era. Además de ella, otra anciana espontánea sonrió ante los elogios de la Presidenta.

“Todas las comidas están deliciosas”.
“Lamento no poder expresar lo agradecida que estoy”.
“¿De dónde vienen estas hermosas personas?”, “Son mejores que mis propios hijos. ¿Quién podría tratarme así?”.
Mientras la Presidenta Zahng Gil-jah ayudaba a los ancianos a comer, los miembros les daban masajes.

Los ancianos, que extrañaban el amor cálido, agradecieron e incluso contaron sus sentimientos más íntimos a los miembros. Lee Ok-sun (85), que perdió a su esposo debido a una parálisis hace quince años, se conmovió con el masaje que la Presidenta le dio en las piernas. Exclamó llena de tristeza: “Aunque me dolían mucho las piernas, no tenía a nadie que me masajeara”. La Presidenta la consoló y respondió: “Viva muchos años con buena salud. Después, sin falta vayamos juntas a la patria celestial”.

La Presidenta entregó obsequios a los ancianos que regresaban a casa, diciéndoles: “Ustedes vivieron para el país y sus hijos, así que espero que pasen un invierno abrigado con estos pequeños obsequios de los miembros de la fundación”. Los obsequios eran aceite de sésamo, guarniciones y toallas, los cuales contenían la cuidadosa preocupación por la vida y la salud de los ancianos.

Después de la fiesta de consuelo, la Presidenta y los miembros visitaron personalmente a los ancianos que no pudieron asistir a la fiesta debido a su enfermedad, y les entregaron alimentos y obsequios preparados por separado, incluyendo apoyo económico para la calefacción y los gastos médicos en invierno.

La mayoría de ellos vivían en pequeñas habitaciones al pie de una empinada colina. La voluntaria Lim Chun-su (47), que se contactó con la Fundación de Bienestar Nueva Vida a través del centro de servicio voluntario y presentó a los ancianos, explicó: “Muchos ancianos no pueden recibir subsidios del gobierno solo porque están registrados en el padrón familiar, aunque ya no tienen contacto con sus hijos.

La anciana Zahng Bok-sun, que vive con su hijo, quien se encuentra en estado crítico debido a una cirrosis hepática, no pagó el alquiler durante tres meses y estuvo a punto de ser desalojada. Otra anciana, Kim Nan-shim, que no recibía subsidios del gobierno debido a su esposo e hijos, cuyo paradero se desconoce, agradeció a la Presidenta Zahng Gil-jah con lágrimas: “Cómo puedo recibir este dinero que ni siquiera mis hijos se dignan a darme”.

Park In-seok vive con su hijo enfermo, que sufre de asma, y Song Bok-sun depende de una hija con discapacidad mental. Park Gi-sun, que está paralítica y con artritis, expresó: “Paso el invierno sin calefacción debido al aumento del precio del petróleo”. La Presidenta visitó a estas cinco ancianas según lo programado y les entregó fondos, animándolas con palabras de consuelo. Luego, volvió a subir la empinada colina, ya que la voluntaria Lim Seong-chun señaló que había otra anciana que vivía en una condición más difícil.

Lee Jeong-sun (81) había intentado suicidarse recientemente, después de que sus hijos la trataran con frialdad y la abandonaran. Estaba acostada en su pequeña habitación sola y con la pierna fracturada. Al entregar la donación, la Presidenta la instó reiteradamente: “Por favor, considere preciosa su vida, y manténgase saludable mientras viva”.

Los voluntarios que guiaron a la Presidenta y a los miembros a las casas de las ancianas, expresaron: “Nunca habíamos visto estas magníficas comidas desde que se estableció el centro de bienestar”. Felicitaron a los miembros de la Fundación de Bienestar Nueva Vida: “La forma tan hermosa en que atienden a los ancianos es como la de los ángeles”. No solo los miembros, sino también los voluntarios que cuidaban de los ancianos en todo momento eran hermosos.

La Presidenta explicó sobre el servicio voluntario: “Lo más importante es que demos ejemplo antes que pedir a los demás que colaboren. Si las personas se conmueven con nuestras buenas obras, seguirán nuestro ejemplo”.

“El servicio es convivir con nuestro prójimo. No es algo especial, sino una práctica diaria común de compartir con nuestro prójimo incluso las cosas más pequeñas. Este es el verdadero servicio y la forma de vivir de la gente”.

El frio invierno se acerca. Es hora de que nos preocupemos por nuestro prójimo necesitado y les transmitamos nuestra calidez, ayudándolos desde las cosas más pequeñas.