“Curemos su corazón quebrantado por el tifón con nuestras manos de amor”

El 16 de septiembre, el tifón “Nary” ocasionó una intensa lluvia, llamada la bomba de agua sin precedentes, en la isla Jeju e inundó toda el área. Para la población desesperada, previo al Chuseok (festival de la cosecha coreano), los miembros de la Fundación Internacional WeLoveU de Jeju proporcionaron comida gratuita a los voluntarios que estaban en plena actividad de restauración.

Los voluntarios trasladaron los platos de la zona más daminificada, el centro comercial subterráneo Seong-hwan en Donam-dong, y los lavaron en los baños públicos de la playa de Samyamg en Samyang-dong. Quince miembros de la fundación prepararon sopa con carne picada y diversas verduras para los voluntarios y las víctimas. Se ofrecieron ciento cincuenta platos con aperitivos y bebidas. También ayudaron a lavar los platos sucios y consolaron a las víctimas para que pudieran empezar de nuevo con esperanza.

El 7 de octubre, los miembros de la fundación en conjunto con el Centro de Servicio Voluntario de Jeju visitaron a los ancianos que viven solos, cuyas casas fueron damnificadas. Unos treinta miembros de la fundación, incluyendo un miembro que es carpintero, colaboraron en los esfuerzos de ayuda en la zona inundada de Hwabuk-dong. Won Sun-jae, jefe de la región de Jeju de la fundación, explicó el propósito de sus esfuerzos voluntarios: “No había suficientes voluntarios en la obra de restauración pasada para la zona inundada, por eso decidimos participar nuevamente en estas labores de socorro”. Lee Seung-hee, secretario general del Centro de Obras Voluntarias de la ciudad de Jeju, visitó el lugar de servicio voluntario y expresó su agradecimiento a los voluntarios de la fundación que cooperaron, en lugar de disfrutar de los feriados, y pidió su constante interés y apoyo.

Aunque el tifón pasó hace tres semanas, el clima todavía continuaba nublado y lluvioso. Los ancianos recibieron a los miembros de la fundación que los visitaron pese al clima lluvioso. Ellos se preocupaban por cómo pasarían el invierno en las casas cuyos tejados de pizarra habían sido arrancados y donde la lluvia penetraba. Kim Jeong-saeng (81 años) dijo: “Ustedes son mejores que mis propios hijos que están lejos y ocupados”. Los miembros respondieron: “Por favor, considérenos como sus hijos que han venido a ayudarla”, y empezaron a reparar su casa. Ellos retiraron su viejo papel mural y reempapelaron con uno nuevo, también enderezaron las columnas deterioradas y el techo con nuevos revestimientos. El lugar recuperó su apariencia original limpia gracias a las diligentes manos de los miembros.

Los trabajos voluntarios empezaron desde la casa de Kim Jeong-saeng a las 10 a. m., y terminaron a las 7 p. m. después de reparar las viviendas de otros cuatro ancianos. Los voluntarios estaban contentos, viendo las casas reparadas que habían quedado como nuevas, y amplias sonrisas de los ancianos. Lee Yun-sun (85 años) tomó fuertemente las manos de los miembros, y dijo: “Me preocupaba cómo podría sobrevivir al invierno en este frío lugar donde no se podía evitar el viento. Muchas gracias, es un alivio que hayan dejado mi casa como nueva”. Los miembros prometieron visitarlos con frecuencia en un futuro próximo, y les desearon buena salud y un cálido invierno.